Real Sociedad de Historiadores: La Revolución Chilena del 91'

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La Revolución Chilena del 91'

lunes, 6 de septiembre de 2010

La Guerra Civil de 1891 o la Revolución de 1891 fue un conflicto armado en Chile entre partidarios del Congreso Nacional contra los del Presidente de la República José Manuel Balmaceda.

Tras una serie de disputas entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo, la discusión sobre el presupuesto del año 1891 finalmente generaría el estallido del conflicto interno. Mientras la mayoría del Ejército de Chile apoyó a Balmaceda, la Armada se unió a los congresistas. Desde Iquique los revolucionarios iniciaron, con apoyo británico, una serie de campañas con el fin de derrocar a Balmaceda, que estableció una férrea dictadura y opresión sobre sus opositores.

Tras la batalla de Concón y la batalla de Placilla, las fuerzas leales al presidente fueron derrotadas.Balmaceda entregó el poder a Manuel Baquedano el 28 de agosto, mientras las fuerzas revolucionarias entraban a Santiago, y se refugió en la legación argentina, suicidándose el 19 de septiembre de 1891, un día después de que expirara su período constitucional como Presidente.

La victoria de las fuerzas congresistas marcó un importante hito en la historia de Chile. La sociedad chilena enfrentó una gran división tras el conflicto bélico, que dejó miles de muertos. Las reformas a la Constitución de 1833 dieron fin a la llamada República Liberal y se inició el Régimen Parlamentario que imperaría en Chile hasta 1925.

Sus principales causas

• Conflicto Presidencialismo-Parlamentarismo: El mandatario gobernó interpretando la constitución como presidencialista, con lo que se ganó la oposición de los partidos políticos y el congreso nacional, que habían desarrollado una lectura parlamentarista de la carta fundamental. Ello le significó múltiples obstáculos a Balmaceda, por parte del parlamento, para poder cumplir sus propósitos.

• Proyecto Económico de Balmaceda: El presidente tenía la intención de aumentar la exportación del salitre, incrementando los ingresos fiscales, para así poder financiar el plan de obras públicas del gobierno. Pero los empresarios del salitre, parte de la oligarquía y el parlamento, querían exportar cantidades limitadas, para que no disminuyera su precio en el mercado internacional. Por lo que pasaron a formar parte de la oposición.

Respecto al salitre el Presidente José Manuel Balmaceda proponía loo siguiente:

1. Nacionalizarlo, pero no en el sentido que el estado lo explotara, ni de que se prohibiera hacerlo a los empresarios extranjeros ya dedicados ha ese producto o que quisiesen abordarlo en el futuro. Por “nacionalizar” entendía Balmaceda favorecer la entrada de particulares chilenos al negocio del salitre, vendiéndoles preferencialmente las mejores reservas del mineral todavía en poder del estado.

2. Expropiar y estatizar los ferrocarriles que llevaban el salitre a los puertos de embarques. El mayor de todos era el de Tarapacá, pertenecientes al poderoso John Thomas North, un ingles apodado el Rey del Salitre. Los ferrocarriles en juego habían sido tendidos previa una concesión del estado peruano que les daba el carácter de monopolio. Este privilegio, heredado y respetado por Chile, les permitía cobrar tarifas abusivas, pus no tenían ni podían tener competencia. ¿Dónde estaba la solución?. Según Balmaceda, en conservar el monopolio, pero traspasándolo al estado mediante la expropiación de los ferrocarriles salitreros. El estado era el único que, así, podría rebajar las tarifas desorbitadas

• Hegemonía oligárquica en peligro: Balmaceda nombró como ministros a jóvenes no pertenecientes a la oligarquía tradicional. Este grupo reaccionó al prever la posibilidad de disminuir su poder político y social, por lo que se opuso al presidente.

• Crecientes niveles de odio político: Los niveles de respeto debidos a las autoridades de gobierno y a los opositores, y que habían marcado la convivencia anterior, se vieron sobrepasados, por medio de la agresión de una prensa virulenta que llego a incluir en sus ataques a los familiares y a las vidas privadas de los hombres públicos.

• Conflicto con la Iglesia: Por la condición de liberal de Balmaceda, y su antiguo apoyo a la enajenación del poder eclesiástico sobre el estado, la oligarquía religiosa y conservadora se unió a la oposición.

• División de las fuerzas armadas: Para el desarrollo de la guerra fue fundamental la división de las fuerzas armadas, ya que sin este suceso, el bando de Balmaceda no habría podido oponer resistencia. El ejército, siguiendo su deber con el poder civil, apoyó al presidente, y la Armada, a la causa congresista.

Estallido del conflicto

Existieron diversas causas por las cuales se llego a la Guerra, pero la mayoría se remontan a las falencias que hubo en el gobierno de Balmaceda, por lo que a continuación explicamos su política gubernamental y fundamentos.

Durante el gobierno del presidente José Manuel Balmaceda, en 1890, y en medio de fuertes tensiones políticas que enfrentaron al ejecutivo con el parlamento, el Congreso Nacional se negó a aprobar las leyes periódicas que fijaban las fuerzas de mar y tierra así como la Ley de Presupuesto de gastos públicos.

El Presidente reaccionó declarando, en una Proclama pública del 7 de enero de 1891 que, debido a la situación de ingobernabilidad producida, se renovaban las mismas leyes sobre esa materia dictadas el año anterior.

Los partidos de la oposición respondieron con el Manifiesto de los Representantes del Congreso a bordo de la Escuadra, desconociendo las facultades del poder ejecutivo.

Balmaceda, el 11 de febrero de 1891, ordena la inmediata clausura del Congreso Nacional. Comenzaba así una guerra civil, que duraría seis meses y costaría la vida a más de 4,000 chilenos, en una población de algo más de dos millones y medio de habitantes.

Los congresistas contaron con el completo apoyo de la Marina, a cargo del capitán de navío Jorge Montt, también se le sumaron algunos oficiales del Ejército como Estanislao del Canto.

Por su parte, el Ejército regular, con sus cuatro divisiones de Coquimbo, Valparaíso, Santiago y Concepción, se mantuvo leal al presidente Balmaceda.

Apoyándose en la mayor parte de la Armada y parte importante del ejército, el Congreso confió el mando al capitán de navío Jorge Montt Álvarez el 6 de enero de 1891 para defender "la constitución y las leyes". Para que el movimiento de la armada no fuera considerado como un simple pronunciamiento, los marinos exigieron la presencia de los presidentes de ambas Cámaras, lo que hicieron de inmediato Ramón Barros Luco, presidente de la Cámara de Diputados, y Waldo Silva, vicepresidente del Senado. El 7 de enero, la escuadra se sublevó contando con los blindados Cochrane y Blanco Encalada, el crucero Esmeralda, la corbeta O´Higgins y la cañonera Magallanes.

Como la mayoría del Ejército se mantuvo en obediencia al Presidente, la escuadra se dirigió al norte, para tomar la rica zona salitrera, que sería la caja de fondos de la revolución y donde reclutaría soldados para formar un ejército con el cual enfrentarse al del gobierno. La zona era favorable a la conquista: el gobierno reprimió por las armas algunas huelgas producidas por la carestía del bloqueo de la escuadra; ciertos oficiales simpatizaban con la causa del Congreso; los dueños de las salitreras no miraban con buenos ojos la política comercial de Balmaceda ni el régimen dictatorial impuesto por éste, después de conocer el alzamiento. Allí se libraron las batallas de Zapiga, Dolores, Huara, Iquique, Pozo Almonte, Caldera y Calderilla.

En agosto, hacia el final de la contienda, las batallas se trasladaron a la zona central. La ciudad de Santiago tampoco se libró de vivir terribles y violentos acontecimientos. El predio de Carlos Walker Martínez —actualmente la comuna de La Florida— fue escenario de la sangrienta muerte de 84 jóvenes antibalmacedistas, conocida como la Masacre de Lo Cañas.

La Junta de Iquique

Desde el principio, los revolucionarios tuvieron en Santiago una junta secreta que dirigía la revolución desde tierra. Con la conquista del norte, el 12 de abril de 1891 organizaron la Junta de Gobierno de Iquique, compuesta por el Capitán de Navío Jorge Montt Álvarez, que la presidiría, Waldo Silva, Vicepresidente del Senado y Ramón Barros Luco, Presidente de la Cámara de Diputados como vocales, la que actuaría como órgano de gobierno, en reemplazo del Presidente de la República, con Enrique Valdés como secretario y asesorada por cuatro ministros: Interior y Obras Públicas, que se reservó para Manuel A. Matta ; Relaciones Exteriores y Justicia, Culto e Instrucción Pública, a cargo de Isidoro Errázuriz; Hacienda, a cargo de Joaquín Walker Martínez; Guerra y Marina, a cargo del Coronel Adolfo Holley.

Junto con el decreto de creación de la Junta, se dio a conocer públicamente, por primera vez, el acta de deposición de Balmaceda, documento ignorado por la mayoría de los congresistas.

Sus agentes en el extranjero, los financistas y banqueros Augusto Matte y Agustín Edwards Ross, lograron la compra de armas de los últimos modelos en Estados Unidos, superiores a las del ejército de Balmaceda, y pusieron trabas a la entrega de los cruceros "Presidente Pinto" y "Presidente Errázuriz" y el acorazado "Capitán Prat" que desde antes de la revolución se construían en Francia.

Batalla de Concón: 21 de agosto de 1891

Las tropas constitucionalistas desembarcaron en Quintero y atravesaron el Aconcagua el 20 y 21 de agosto en número de más de 9.000 combatientes, y enfrentando a los 7,000 hombres de Balmaceda, que eran comandados por los generales Orozimbo Barbosa y Alcérrega sobre las alturas de Concón. El ejército congresista, comandado por el coronel Estanislao Del Canto, con 9,200 efectivos divididos en 3 divisiones, llegó a la ribera norte del río Aconcagua, encontrándose con el ejército del gobierno, de 8.000 hombres, comandado por el general Orozimbo Barbosa, atrincherado en la ribera sur. Al iniciar los congresistas el cruce del río, protegidos por el cañoneo de la corbeta "O'Higgins" y el crucero "Esmeralda", las fuerzas del gobierno contraatacaron, dando comienzo a la batalla. La lucha fue sangrienta y duró más de 5 horas. Las fuerzas congresistas, tras un furioso combate, hicieron retroceder a los gobiernistas hacia las colinas de la ribera sur del Aconcagua, con grandes pérdidas para ambos bandos. El frente del ejército del gobierno cedió finalmente y sus restos se replegaron hacia Valparaíso en gran desorden, mientras las fuerzas revolucionarias recuperaron sus bajas y aumentaron sus efectivos con numerosos soldados gobiernistas que se pasaron a sus filas. Cayeron en poder de los vencedores toda la artillería, municiones, parque y miles de fusiles.

Posteriormente, el ejército congresista avanzó hacia Valparaíso, para tomar la ciudad, pero las fuerzas del gobierno, reforzadas con tropas provenientes del sur y que llegaron a Valparaíso por ferrocarril, les hicieron frente y se desplegaron en batalla en la actual ciudad de Viña del Mar, obligando a los congresistas a rodear Valparaíso por el Este. Las fuerzas de gobierno les salieron al paso, dando lugar a la Batalla de Placilla.


Viña del Mar: 23 de agosto de 1891

Después de la derrota de Concón, el día 22 entre las nueve y media de la noche y la una de la madrugada del día 23, las fuerzas gobiernistas, que se habían reforzado con tropas traídas de Concepción y de Santiago, tomaron posición en los cerros en forma de semicírculo, que corren en la ribera sur del estero Marga Marga y cierran el camino a Valparaíso. El ala izquierda quedó apoyada en el fuerte Callao (hoy Palacio Presidencial del cerro Castillo) y la derecha a la altura del actual barrio Chorrillos y El Salto. A pesar de los 8,000 hombres que había reunido el Gobierno, que podían representar un valor militar apreciable, sin embargo por su moral quebrantada después de la derrota de Concón y la falta de municiones, no constituían una barrera apreciable, que se opusiera a las fuerzas congresistas para la ocupación de Valparaíso. Los planes congresistas tenían previsto iniciar el ataque a las dos de la madrugada del día 23, pero debido a la distancia de 800 metros a campo descubierto que existía entre las posiciones gobiernistas y la línea de inicio del ataque congresista (aproximadamente lo que es la avenida 15 Norte, bajada de Santa Inés), se decidió suspenderlo. A pesar de lo anterior, se produjo un cañoneo entre la artillería gobiernista y la de los congresistas. Se sumaron a este cañoneo el blindado Cochrane, el crucero Esmeralda, Aconcagua y Cachapoal, que dispararon sobre el flanco izquierda de las fuerzas balmacedistas y el fuerte Callao, sin mayores consecuencias.


Batalla de Placilla: 28 de agosto de 1891

La Batalla de Placilla fue la última batalla de la Guerra Civil de 1891 fue librada en las afueras del puerto chileno de Valparaíso, el 28 de agosto de 1891. En ella se enfrentaron las fuerzas del ejército revolucionario congresista, de 11,000 hombres, al mando del coronel Estanislao del Canto, y las tropas leales al gobierno del presidente José Manuel Balmaceda, con 9,500 efectivos, al mando de los generales Orozimbo Barbosa y José Miguel Alcérreca.

Desarrollada después de la Batalla de Concón, en donde triunfaron las fuerzas congresistas, no habiendo podido atacar Viña del Mar por la buena posición de las fuerzas gobiernistas, marcharon al sur de Valparaíso con la intención de atacar la ciudad. Los gobiernistas al mando del general en jefe Orozimbo Barbosa, general José Miguel Alcérreca y coronel Daniel Garcia Videla, se desplegaron para hacerles frente.

El ejército congresista, al mando del general Estanislao del Canto y asesorado por el coronel Emilio Körner, y 11,000 hombres se encontraba a 8 kilómetros de las posiciones del gobierno. A las 6 de la mañana del 28 de agosto, el ejército constituyente avanzó por el camino del real de Valparaíso. A las 7:45 las baterías gobiernistas del coronel Exelquiel fuentes abrieron fuego, siendo respondido por la artillería revolucionaria. La infantería congresista compuestas por el batallón Constitución Nº1, Iquique Nº6 y Antofagasta Nº8 avanzó en formación de combate contra las fuerzas del gobierno. Este primer avance tuvo éxito, pero la llegada de refuerzos gobiernistas delos regimientos Arauco y Santiago los hizo retroceder. La batalla se extendió en todo el frente, pero muy pronto las fuerzas gobiernistas comenzaron a ceder por todos los frentes.

A las 10 de la mañana los cuerpos formados en el ala izquierda huían a Valparaíso en total desorden. Media hora después, el 2º de linea seguía resistiendo en el centro, pero ya con el 70% de su efectivos perdidos. Solo la carga de caballería termino con la resistencia del ala derecha. A las 15 horas ya había terminado toda resistencia.

Esta batalla fue la más sangrienta de la Guerra Civil,en la cual murieron heroicos jefes, oficiales y soldados que se habían distinguido por su valentía durante la Guerra del Pacífico, como asimismo destacados personajes de la vida pública de la nación. La victoria de las fuerzas congresistas fue aplastante y decisiva. La derrota del gobierno de Balmaceda fue completa y definitiva.

El 30 de agosto ingresan las fuerzas del Congreso a Santiago

El capítulo final se da el 19 de septiembre, en la embajada argentina, con el suicidio de José Manuel Balmaceda, en la fecha correspondiente al día posterior a la del fin de su mandato presidencial.

Se calcula que en la guerra civil aproximadamente 4,000 personas murieron de una población de dos millones y medio de habitantes.

Tras la victoria sobre las fuerzas de Balmaceda, asume el control la Junta de Gobierno de Iquique el 31 de agosto de 1891, que fue trasladada a Santiago. Esta dio lugar a una nueva Junta el 3 de septiembre que convocó a elecciones de senadores, diputados, municipales y electores de presidente, con arreglo a la ley electoral de 1890. Repuso en sus cargos a los cargos del Poder Judicial destituido por la "dictadura" de Balmaceda, dio de baja a los miembros de las fuerzas armadas que habían servido al régimen caído y reorganizó a los empleados civiles del mismo.

El Almirante Jorge Montt asume la presidencia el 26 de diciembre, después de la elecciones de octubre

La guerra en Chile concitó gran atención en el resto del mundo, convirtiéndose en un foco de atención para la prensa internacional. Los Estados Unidos apoyaban abiertamente a Balmaceda, mientras Gran Bretaña, no ocultaba sus preferencias por el partido de los revolucionarios.

El conflicto de 1891 fue un acontecimiento que involucró a todo el tejido social, generando consecuencias de orden político, económico, social y cultural. Diversos autores han entregado sus interpretaciones acerca de esta guerra.

Algunos han visto en la personalidad autoritaria de Balmaceda, el origen de todo el conflicto; otros lo describen como una división interna de la clase gobernante; y otros, más allá de estas causas políticas o psicológicas, han buscado explicar este conflicto a partir de la pugna de intereses económicos entre una elite más tradicional, acostumbrada a detentar el poder total; y una nueva oligarquía emergente, más moderna, que junto con Balmaceda buscaba sentar las bases de un Estado moderno.

Eventos posteriores

La derrota del Presidente significó el inicio de un período en la Historia de Chile conocido como el pseudoparlamentarismo o cuasiparlamentarismo, que se extendió entre 1891 y 1925, en el cual los Presidentes de la República estuvieron fuertemente controlados por el Congreso, el que debía aprobar a su gabinete de ministros.

Se aprueban leyes de amnistía en diciembre de 1891 (que favorece a personal subalterno de las fuerzas armadas), febrero de 1893 (oficiales superiores), agosto de 1893 (a las víctimas de la Masacre de Lo Cañas, no a sus involucrados), agosto de 1893 (que cubre ambos bandos), diciembre de 1895 (pensiones para el personal de la administración pública que fue expulsado de su puesto).

Los partidarios de Balmaceda fundaron el Partido Liberal Democrático, conocido como el partido balmacedista. Su objetivo era cumplir el programa económico de Balmaceda y reformar la constitución para volver al presidencialismo previo a 1891. Sin embargo, en breve tiempo, cayó en las tácticas del parlamentarismo chileno.

Debido a las tensiones entre el nuevo gobierno y el gobierno de los EE. UU., que había apoyado a Balmaceda, se produjo el Caso Baltimore.



Fuentes Internet:

http://reenactorchile.foroactivo.net

http://www.memoriachilena.cl

http://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_Civil_de_1891

http://www.salesianoconcepcion.cl

http://html.rincondelvago.com

http://www.profesorenlinea.cl

http://batalladeplacilla.cl/presentacion.html

6 comentarios:

reinodechile dijo...

Bandera chilena con tres estrellas ... usada por la marina de guerra durante la revolución del 1891. La Armada de Chile apoyó al Congreso Nacional en contra del Gobierno del Presidente José Manuel Balmaceda Fernández. Se usó sólo en los Barcos de Guerra. En tierra, el Ejército Congresista no usó la bandera nacional por considerar que el gobierno de Balmaceda la tenía raptada, pero si usaron las coronelas de las unidades militares, de Batallón y compañías.

7 de septiembre de 2010, 12:33
Perlimplín dijo...

La verdad es que es penoso.

Se independizan de España por una presunta "opresión" española y se lían a palos por el presupuesto y los beneficios de la exportación. Es un poco triste que en la historia de tu propio país haya que contar que llevaron a la guerra a los jóvenes por el beneficio económico de unos y otros.

7 de septiembre de 2010, 13:16
reinodechile dijo...

..."La verdad es que es penoso.Se independizan de España por una presunta "opresión" española y se lían a palos por el presupuesto y los beneficios de la exportación. Es un poco triste que en la historia de tu propio país haya que contar que llevaron a la guerra a los jóvenes por el beneficio económico de unos y otros. 7 de septiembre de 2010 10:16"...

Las Guerras son terribles, pero más aún entre hermanos de la misma nación. Chile realizó su primer Acto independeniente en 1810 y sufrió la Revolución en 1891. Entre esas dos fechas mencionadas, mi país devió enfrentar 2 guerras contra Perú y Bolivia y una contra España, más la revolución del 1851 y la intermonable guerra de Arauco contra los aborígenes mapuches. Toda nación que quiere surgir hacia el desarrollo institucional y económico, que ha sufrido tantas calamidades, no puede hacerlo sin una estabilidad administrativa, política y social. La Revolución del 91' fue un cambio de todo lo creado desde nuestra Independencia, y el sistema político parlamentarista que tomó el poder nos condujo hacia la decadencia administrativa y la pobreza. Tan lejos de aquella época, no podemos situarnos en el verdadero contexto de los que vivieron aquellos hombres y mujeres en el pasado.

7 de septiembre de 2010, 15:19
Perlimplín dijo...

artillero: ¿Podrías ampliar las causas de la "interminable" guerra con los aborígenes araucanos o mapuches?

¿Los mapuches eran partidarios de España, quizás?

Gracias por anticipado.

PD: ¿Hay alguna foto o dibujo de época de los mapuches?

7 de septiembre de 2010, 16:03
Perlimplín dijo...

artillero: lo de que Chile hizo su primer acto independiente en 1810 es discutible. De hecho no es cierto, aunque la historiografía oficial así lo afirme.

La primera Junta de 1810 reconoció explícitamente la soberanía de Fernando VII e incluso reconoció al Consejo de Regencia de Cádiz.

Los actos de independencia vinieron después.

7 de septiembre de 2010, 16:15
chilereenactor dijo...

Nos alejamos bastante del tema original ...
El primer acto independeiente de chile en 1810 no es discutible, se sembró la semilla del independentismo. No es lo mismo sin ejército ni Gobernador de España al mando de una colonia Americana como Chile. Sin fecha para un posible regreso del rey legítimo al trono español.
Los aborígenes de Chile lucharon contra los españoles y luego con los chilenos por cientos de años. Los conflictos con los mapuches han estado siempre en nuestra historia como colonia y luego como república ...

Nelson Omar Pérez Fierro

8 de septiembre de 2010, 16:57

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