
Por Jesús Méndez Jiminián
“El
sol se estaba poniendo. Para darse más confianza el viejo recordó aquella vez,
cuando, en la taberna de Casablanca, había pulseado con el gran negro de Cienfuegos
que era el hombre más fuerte de los muelles. Habían estado un día y una noche
con sus codos sobre una raya de tiza en la mesa y los antebrazos verticales,...